Debido a su tamaño, Panamá es conocido como el Hub de las Américas, que facilita una óptima interacción entre los diferentes activos que ofrece el país: puertos, aeropuertos, ferrocarril, zonas económicas especiales, Canal de Panamá y el mercado local.

Estas condiciones han permitido que las zonas francas de Panamá se desarrollen con un modelo logístico de integración que satisface los requerimientos del mercado mundial, donde empresas multinacionales aprovecham y toman ventaja de las plataformas existentes para sus operaciones regionales.

Panamá es una de las economías más prósperas de Latinoamérica, con una estabilidad gubernamental, social y un comercio que tiene al dólar de EE.UU como moneda de circulación legal, aspectos que atraen nuevas empresas para que establezcan sus operaciones comerciales y de logística en este país.